Historia Boadilla del Monte

Historia Boadilla del Monte

Boadilla del Monte es un municipio perteneciente a la Comunidad de Madrid que se encuentra a 15 kilómetros de la capital, situado en la zona oeste del área metropolitana de Madrid. Cuenta con una superficie de 47,2 km2, limita al norte con Majadahonda, al sur con Villaviciosa de Odón y Alcorcón, al este con Pozuelo de Alarcón y al oeste con Brunete y Villanueva de la Cañada. Dentro del municipio se encuentran otras localidades como Prado del Espino-San Babiles, Prado Grande, Romanillos, Urbanizaciones Este y Urbanizaciones Noroeste

Dada su proximidad a Madrid y su privilegiado entorno natural, ha conseguido que sus residentes (hace años de forma temporal y en la actualidad de forma permanente) sean de las capas sociales cuya renta per cápita es de las más elevadas a nivel nacional. Cuenta con una gran cantidad de equipamientos, espacios libres y zonas verdes. Se ubica en un terreno cruzado por arroyos, además del río Guadarrama, también se hallan grandes extensiones de encinas, pinos, leñas altas y bajas y pastizales. 

Boadilla del monte cuenta con 54.570 habitantes según los datos publicados por el INE en el año 2019, 1.944 habitantes más que los registrados en el año 2018. Actualmente la densidad de población en Boadilla del Monte es de 1.156 habitantes por km2. 

Originariamente Boadilla del Monte como población se remontan a un pasado árabe, debido a que se han encontrado yacimientos que lo corroboran, concretamente el hallazgo de unos cimientos de argamasa, pertenecientes a una supuesta mezquita, y por la aparición de unas sepulturas que posiblemente son árabes. Lo hace pensar que el propio nombre podría derivarse del árabe Boadil-la, lo que indicaría que durante un tiempo estuvo bajo el dominio sarraceno. También se descubrieron yacimientos de un posible asentamiento medieval, pero no hay constancia escrita de ningún hecho relevante en la zona durante esa época. 

Por lo que el nombre de Boadilla tiene una alta posibilidad de que sea de origen árabe, pero esto no ha podido ser demostrado. Se cree que más bien pudiera proceder del apellido de uno de los condes de Chinchón (Don Andrés Cabrera y su mujer Doña Beatriz de Boadilla), que poseían las tierras que actualmente ocupa la población. También se señala que la idea acerca de que el nombre de la villa pueda derivar de “boa”, que en el siglo XIII, significaba “planta parecida al junco”. Lo que sí parece claro es que el sobrenombre “del Monte” fue añadido con posterioridad.

Aparte del casco histórico original, a partir de la década de los 60 y 70 se empezaron a desarrollar de manera independiente a Boadilla diferentes áreas residenciales de viviendas unifamiliares de grandes parcelas independientes. De este modo, parte del monte de Boadilla es comprado para la construcción de las urbanizaciones de Montepríncipe y Monte de las Encinas. Igualmente se fueron desarrollando otras más al oeste: Las Lomas, Olivar de Mirabal, Parque Boadilla, Bonanza; y tiempo después Pino Centinela, Valdecabañas y Valdepastores.

Todas estas urbanizaciones fueron orientadas en un principio a residentes de alto poder adquisitivo, pero durante sus primeros años de existencia el bajo precio del suelo favoreció la ocupación de sus parcelas por una población con un nivel socioeconómico variado procedente de Madrid para su uso como segunda residencia.  

Sin embargo, con el crecimiento del área metropolitana de Madrid estas áreas finalmente han acabado transformándose en áreas residenciales exclusivas y de alto poder adquisitivo en la línea de otras de similares características en los municipios cercanos de Pozuelo de Alarcón, Majadahonda, Las Rozas o Villaviciosa de Odón. Todas ellas forman parte de las denominadas de manera genérica urbanizaciones históricas.

Durante la década de los 80 se realizó una ampliación hacia el oeste del casco urbano histórico de Boadilla en la zona denominada actualmente como residencial de las Eras, con un tipo de ocupación basado en viviendas unifamiliares adosadas, presentando una mayor densidad que las urbanizaciones históricas, y organizándose en torno al centro comercial del Zoco de Boadilla.

Este paisaje urbano se mantuvo hasta finales del siglo XX: un núcleo denso y compacto formado por el núcleo histórico y el residencial de las Eras; las agrupadas como urbanizaciones noreste y ya en el límite este del término municipal y separada del resto, la urbanización de Montepríncipe.

Los últimos desarrollos urbanísticos a partir de finales de la década de los 90 han estado orientados a vincular físicamente el núcleo urbano original con las urbanizaciones noreste, mediante el desarrollo de los sectores urbanos 2, 3 y B (marcando la separación entre ellos la autopista M-50); actualmente agrupados bajo la denominación de residencial Siglo XXI, aunque más popularmente conocido como Sector B; y del área de Viñas Viejas junto a las urbanizaciones de El Olivar de Mirabal y de Las Lomas.

Estos nuevos desarrollos presentan una ocupación mixta basada en viviendas unifamiliares adosadas y pareadas así como bloques de viviendas de baja altura con multitud de zonas verdes públicas y privadas en urbanizaciones cerradas, y usos comerciales a lo largo de los ejes viales principales.