El fenómeno built to rent ha pasado de ser un plan a futuro a ser una tendencia del sector. Como su propio nombre indica, se basa en la premisa de construir viviendas nuevas para destinarlas únicamente al alquiler. Esta tendencia consolidada en Estados Unidos y en otros países europeos está captando el interés de numerosos inversores tanto nacionales como internacionales.

En España este fenómeno comienza a coger alas, los inversores y las promotoras inmobiliarias apuestan de manera firme por este modelo de negocio, que en los últimos meses ha crecido de manera exponencial. 

Buscan mejorar la accesibilidad a la vivienda de los más jóvenes (y no tan jóvenes) que han dejado de lado la idea de comprar y buscan viviendas de alquiler de calidad en las que asentarse a largo plazo y de todos aquellos que no deseen o no puedan hacer frente la compra de una propiedad. 

Uno de cada cinco españoles vive en régimen de alquiler y el 17% no tiene previsto comprar una vivienda ni a medio ni a largo plazo. El aumento del precio de la vivienda en las grandes urbes, la precariedad laboral y el escaso interés de los jóvenes por vivir en el mismo lugar toda su vida ha propiciado un cambio de paradigma en el mercado residencial y ha dado un fuerte impulso a nuevas fórmulas como el built to rent para desarrollar vivienda en alquiler. 

Según un estudio de fotocasa “Experiencia en alquiler en 2017-2018” , en el momento de buscar una vivienda el perfil arrendatario español es mujer, entre los 25 y 34 años donde se da importancia al precio y a no tener que hacer ningún tipo de inversión en reformas. El informe señala que el 78% de los encuestados hace referencia al precio como la dificultad más común en el proceso de alquiler y el 49% señaló también el mal estado de las viviendas. Problemas que el built to rent puede poner solución. 

Son unidades residenciales que se han construido únicamente para alquilar. Se trata de grandes complejos de vivienda que son creadas y pensadas para el alquiler, con precios competitivos y que son gestionados por empresas.

En general las viviendas son pequeñas, cómodas y con muchos servicios. Están pensadas para satisfacer las necesidades de nuevas generaciones de inquilinos y construidas para que duren bastantes años en buenas condiciones. Otro punto fuerte de estos complejos es su diversidad, para alojar desde profesionales jóvenes hasta familias con niños. También se contempla la construcción de edificios destinados a residencias de estudiantes o ancianos y oficinas.

En definitiva, para los inversores y promotores, el built to rent es una oportunidad para sacar partido al auge del alquiler, profesionalizando el mercado del alquiler.